MAR DEL PLATA CLUB DE GOLF

Construido por Leónidas Lesignoli, con proyecto y dirección de Jacobs y Gimenez en 1926, se trata ante todo de uno de los más hermosos edificios de esta ciudad. Ubicado en Aristóbulo del Valle 3940, cuenta con un comedor revestido con una extraordinaria Bois Seriey, grandes ventanales abiertos hacia la dársena de submarinos; el vestíbulo de recepción, adornado con arañas medievales y presas de caza, tiene un carácter que infrecuentemente es posible hallar en nuestro país. Los dormitorios pequeños y de ventanas encajonadas, han visto también alguna porción de historia: en uno de ellos pernoctó el para aquellos días Príncipe de Gales, más tarde de Windsor y después Duque de Windsor: Eduardo VIII.
El Golf fue fundado (como otras tantas instituciones similares) por ingleses que trabajaban en el ferrocarril. Frank Henderson lo presidió inicialmente y el campo de juego se instaló en el mismo lugar donde ahora se encuentran los links de Playa Grande, aunque sobre un predio más reducido, tenía 9 hoyos y sólo en 1915 se llegó a los 18 actuales. No existía todavía el puerto y el terreno quebrado por médanos -aún hoy día se trata de uno de los campos de golf más irregulares de la República Argentina, lo que concurre en mucho a su interés- se abría a una zona de chacras y potreros; pero los ingleses primigenios estaban entusiasmados y se movieron arduamente para engrandecer a la entidad; ya en 1902 y merced a la iniciativa del primer capitán: Mr. T.T Watson se hacía una cancha de 6 hoyos para los hijos de los socios. Unos años después y en el tiempo del centenario, la sede la constituía un chalet de madera rodeado de canteros y quioscos con techo de paja. Quedan de entonces verdaderas reliquias, como las casillas de palos que aún se usan y pueden verse sobre la calle Almafuerte.
En sus comienzos se trataba de otro golf, desde los palos que lo eran auténticamente y no de metal, hasta la indumentaria canónica, compuesta para los hombres por aquellos bombachudos llamados «Nickers», medias escocesas 3/4, pullover o saco abigarrado y hongo de ala flexible ó gorra de visera, con la alternativa de llevar una suerte de pantalones de montar que tenían la denominación de «Platfords». Las damas por su parte iban de polleras largas ó polleras pantalón y sombrero.
La gran mayoría de los socios, actualmente viven en la Capital Federal y hay fuertes núcleos de diversas ciudades provinciales, en especial de Rosario.
A las 27 Has. de Playa Grande, casi en su totalidad de cesión precaria por la provincia, se añaden las 50 en Peralta Ramos, con otros 18 hoyos y canchas de tenis y fútbol. El quehacer golfístico es constante.
Declarado de interés patrimonial por Ordenanza N° 10075/95 del Concejo Deliberante de General Pueyrredón.
FUENTE: EMTUR
Hermoso lugar! Excelente complejo
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